Grupo cobra







Cobra:
Copenhague-Bruselas, Ámsterdam

En los países nórdicos de Europa apenas pudieron percibirse los reflejos ­de la primeras vanguardias . Tan sólo en Dinamarca existieron algunos artistas que de manera aislada, mostraron cierto interés por el Surrealismo y por el Expresionismo germánico como el pintor y escultor Carl­ Henning Pedersen. En esta misma situación se encontraban Bélgica y Ho­landa, país este último que, pese haber contado con el movimiento De Stijl (1917-1931), no manifestaba demasiado interés por las vanguardias ni por lo que éstas implicaban. Dentro de este panorama, bastante desolador desde un punto de vista artístico, la creación del grupo Cobra fue, sin duda, un hecho de vital importancia, pues contribuyó decisivamente a de­sarrollar un interés por los nuevos comportamientos artísticos.
La palabra "Cobra” surgió al tomar las letras iniciales de las ciudades Copenhague, Bruselas y Amsterdam. El grupo se fundó en París, en no­viembre de 1948, y algunos de sus miembros más significativos fueron el pintor danés Asier Jorn (Asger Jorgensen), el poeta belga Christian Dotre­mont, y los pintores holandeses Constant (Constant Anton Nieuwen­huys), Pierre Comeille (Comelis van Beverloo) y Karel Appel.
En líneas generales, el grupo Cobra propugnaba un rechazo de la cul­tura occidental que, desde su punto de vista, había quedado destruida tras la segunda guerra mundial. En contraposición, valoraban el arte primiti­vo, las realizaciones artísticas de la prehistoria y las manifestaciones del arte medieval. Además, alguno de sus artistas se sintió profundamente atraído por la caligrafía oriental. En el fondo, los integrantes de Cobra se interesaron por aquellas obras que ya Kandinsky había revelado como formas auténticas de arte en el famoso almanaque de 1913.
Picasso, Miró y Klee fueron quizá los únicos pilares en los que los miembros del mencionado grupo basaron sus realizaciones. Para ellos, uno de los aspectos esenciales era establecer relaciones constantes entre todo tipo de manifestación artística e intelectual. Esto hizo que, en deter­minadas ocasiones, diversos miembros del grupo trabajasen en equipo. Así, existen viviendas cuyas paredes fueron pintadas por ellos, en las que incluso pueden leerse textos y poemas de los escritores.
Entre las actividades más destacadas que llevaron a cabo como grupo se encuentran las publicaciones. Ante todo la propia revista Cobra, que se convirtió en órgano difusor de la ideología del grupo a la par que sirvió para dar a conocer internacionalmente a sus miembros. Esta revista, de la que surgieron ocho números, dejó de publicarse cuando el grupo se des­membró, en noviembre de 1951. Otra publicación interesante, aparte de los catálogos que se editaron con motivo de diversas exposiciones, fue el boletín de noticias Le Petit Cobra, cuya misión consistía en ofrecer infor­mación de todo tipo de actividades artísticas, así como una serie de comu­nicados en los que se hablaba de los miembros del grupo.
En cuanto a las exposiciones, hay que señalar que siempre fueron ob­jeto de gran interés por parte de los miembros de Cobra. Se efectuaron va­rias exposiciones de carácter colectivo, y otras individuales, que sirvieron para lanzar a los artistas componentes del grupo tanto en sus respectivos países como fuera de ellos.
El arte del grupo Cobra posee unos rasgos comunes, en tanto que se trata de un tipo de manifestación de carácter espontáneo que reivindica la intuición por encima de todo. Es un arte figurativo, muy esquemático, a veces Naif, en el que uno de los aspectos más interesantes lo constituye sin duda. el empleo de una gama cromática exaltada al máximo en la que los colores aparecen vivos y brillantes.Los contrastes son asimismo muy violentos en la mayoría de las ocasiones. Por otra parte,. Estos colores quedan acentuados gracias al empleo de una técnica en la oue los empastes se disponen con la para lograr mayores grosores. Las manchas abstractas y los elementos filiformes que a veces cruzan las superficies de las telas, para separar o unir los distintos personajes y los objetos, recuerdan la iconografía mironiana y remiten a la espontaneidad de sus trazos.




bajo el fuego-alechinsky-1967




en el país de la tinta-alechinsky-1959




De todos los artistas que fundaron Cobra, los más importantes fueron Jorn y Appel. Algo más tarde se uniría a ellos el belga Pierre Alechinsky.




monumento historico-A.Jorn-1957




mujer del 5 de octubre-A.Jorn-1958

Asger Jorn (1914-1973) había vivido en París una larga temporada, poco antes de fundar el grupo. Allí tuvo ocasión de conocer al crítico Edouard Ja­guer y al escritor Noël Arnaud, quienes siempre valoraron sus realizaciones, así como las del resto de los artistas del grupo. La obra de Jorn se caracteriza, en un primer momento, por la aparición de unos seres casi demoníacos con ciertos vestigios de tipo mágico que le proporcionaban un carácter clara­mente vinculado al primitivismo. Algo después, empezó a trabajar con ma­terias densas, realizando un tipo de obra que conectaría con soluciones in­formalistas. La figuración desaparecería y dejaría paso a imágenes cada vez más imposibles de determinar. Es importante señalar que este artista trabajó, a partir de 1953, con cerámica, a causa de lo cual llegó incluso a trasladarse al norte de Italia, donde estaba la célebre fábrica de Tulio Mazzotti en Albisola; allí también realizaría numerosos trabajos el espacialista Lucio Fontana.
En Bruselas, aparte de las actividades literarias de Dotremont, cabe mencionar la obra pictórica de Pierre Alechinsky (1927), interesado, ante todo, en la caligrafía oriental.
En su obra se percibe la influencia de lo cali­gráfico, en tanto que las superficies de las telas se ven llenas de signos que parecen haber surgido de manera automática. los trazos negros finos se entrelazan con las pinceladas de colores intensos y producen una sensa­ción algo parecida a la que se desprende de los lienzos de Pollock.





en el pais de la tinta-alechinsky-1953


El artista más significativo del grupo, tanto por la calidad de su pintura como por el alcance internacional de la misma, es Karel Appel (1921).



niños preguntando-K.Appel-1948




niño con pelota amarilla-K.Appel-1950

hombre-K.Appel-1953

En su obra inicial, que a veces se sitúa en el terreno de la esculto-pintura, se advierten ciertas conexiones con la de Kurt Schwitters. Fue decisivo el he­cho de que en 1950 se trasladase, junto a su amigo el pintor Corneille, a Pa­rís, donde residió largo tiempo. Tres años después tuvo ocasión de cono­cer al crítico Michel Tapié, quien se interesó profundamente por su pintura y le recomendó que se apartase un tanto del infantilismo que caracterizaba su etapa inicial. Así, lentamente evolucionó hacia un lenguaje mucho mas desgarrado, no irónico, en el que los desnudos aparecen totalmente deformados por la presencia de manchas y empastes gruesos en las zonas de contornos. No resulta extraño que Appel, al visitar Nueva Cork en 1957, sintiera profundamente atraído por la pintura de De Kooning, pues su co­ncepción de la obra artística era muy cercana a la suya. El mundo neoyor­kino le atrajo de modo especial y de esa experiencia surgieron una serie importante de retratos de músicos de jazz, a los que conocía personalmen­te y con quienes entabló amistad. A partir de entonces, sus viajes al otro lado del Atlántico se hicieron frecuentes y con ellos aumentó la posibilidad de exponer su obra en EEU.U. En el fondo, no extraña el hecho de que Ap­pel tuviera enseguida numerosos adeptos y seguidores en el mundo norte­americano, pues su obra presenta numerosos puntos de contacto con el Expresionismo Abstracto, más que con el Informalismo propiamente di­cho. Uno de los factores de esta relación lo constituye el hecho de que la obra de Appel, a diferencia de la de los informalistas ortodoxos, no dejó nunca de ser figurativa. Por otra parte, la exuberancia cromática y el inten­so vitalismo de su pintura resultan más afines al desarrollo de las experien­cias de los artistas expresionistas abstractos. El artista holandés abrió dos talleres en EE.UU., en 1972, uno en el campo y otro en Nueva York, y alter­nó sus estancias en uno y otro. No obstante, nunca ha dejado de volver a Europa, pues posee también otro estudio en la Toscana.

Fuente:”historia universal del arte”últimas tendencias. Lourdes Cirlot. Editorial Planeta.1994
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5 comentarios:

  1. hola marina estoy tratando de armar algunos archivos de grabado contemporaneo creo que va a estar bueno.
    otra cosa. la gente habla de un parcial, cuan real es este comentario? este es mi correo chiptripk@yahoo.com.ar

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  2. Gracias por publicar información de este grupo de artistas, los admiro. Sus obras son estupendas y lamentablemente poco divulgadas!

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  3. Gracias por publicar información sobre este grupo de artistas, los admiro. Su obras son excelentes pero lamentablemente no tan divulgadas!

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  4. Excelente el Blog, un verdadero hallazgo.

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  5. felicitaciones, la información no podía estar mejor presentada.

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